Sigues diciéndote que solo necesitas un poco más de disciplina. Que levantarte más temprano, hacer listas y repetir afirmaciones frente al espejo van a arreglarlo todo.

Quizás hasta compraste una libreta bonita para "organizar tu vida" y sigue sin estrenar. Porque, siendo honestos, nunca terminas nada.

Y cuando las cosas no salen, siempre hay un motivo: el trabajo, la familia, la falta de tiempo… cualquier excusa sirve para no enfrentarte a la verdad.

Pero el problema nunca fue la organización. Ni la falta de tiempo. Ni la suerte.

El problema es que sigues dando todo por los demás y recibiendo lo mínimo. Sigues esperando que te valoren, que te elijan, que te devuelvan aunque sea un poquito de todo lo que has dado. Pero no pasa.

Algunas personas se fueron porque nunca estuvieron realmente, otras porque no supiste hacer que se quedaran. Y los que siguen cerca solo están cuando les conviene.

Te comparas con los demás. Con amigos, con compañeros de trabajo, con esa gente en redes que parece tenerlo todo resuelto. Y cada comparación te deja con la misma sensación: no eres suficiente.

Tienes miedo de fracasar. Pero más miedo te da que todo siga igual. Que pase otro mes, otro año, otra vida… y sigas atrapado en el mismo sitio.

Sigues idealizando todo. Crees que cuando tengas la situación perfecta, entonces serás feliz. Y sigues mintiéndote. Porque tampoco tienes claro qué quieres. No tienes un propósito real, solo metas sueltas que crees que te harán sentir mejor. Pero sin dirección, sin un porqué, todo se desmorona antes de empezar.

Saltas de una cosa a otra sin rumbo. Empiezas algo, pero al día siguiente ya lo has dejado. Sin foco, sin dirección. Solo ruido y frustración.

No necesitas otro libro de autoayuda. Ni otro video motivacional. Ni otra lista de deseos que nunca cumplirás.

Lo que necesitas es dejar de engañarte.

Porque la vida que quieres no se consigue esperando a que todo encaje. Se consigue haciendo, aunque duela, aunque dé miedo, aunque te sientas solo.

Va a doler, sí. Pero menos que seguir viviendo así.

Aquí tienes la oportunidad. O la tomas, o sigues atrapado en la misma mierda de siempre.